MADRID, 3 Oct. (EUROPA PRESS) -
Las ostras planas europeas formaron en el pasado grandes arrecifes de conchas vivas y muertas, proporcionando un hábitat que sustentaba una rica biodiversidad.
Pero estos complejos ecosistemas fueron destruidos hace más de un siglo, según demuestra una nueva investigación basada en documentos de los siglos XVIII y XIX, publicada en Nature Sustainability.
Hoy en día, estas ostras se encuentran principalmente como individuos dispersos, pero los investigadores encontraron evidencia de arrecifes casi en todas partes, desde Noruega hasta el Mediterráneo, cubriendo al menos 1,7 millones de hectáreas, un área más grande que Irlanda del Norte.
La investigación fue dirigida por la Universidad de Exeter y la Universidad de Edimburgo.
Los arrecifes de ostras nativas crearon sus propios ecosistemas, llenos de una amplia gama de vida submarina, que sustentan una mayor cantidad de especies que las áreas circundantes.
Además de crear hogares para las casi 200 especies de peces y crustáceos registradas, las ostras también desempeñaron un papel vital en la estabilización de las costas, el ciclo de nutrientes y la filtración del agua: una sola ostra adulta filtra hasta 200 litros de agua al día.
Se están llevando a cabo proyectos de restauración en toda Europa, y la restauración del hábitat a pequeña escala, como el Proyecto de la Ostra Salvaje, dirigido por ZSL y sus socios, son pasos clave para el regreso de estos ecosistemas vitales a escala internacional.
Sin embargo, los esfuerzos de restauración deben ampliarse con el apoyo de los gobiernos y otros tomadores de decisiones en todo el continente.
"Las actividades humanas han afectado al océano durante siglos", dijo la Dra. Ruth Thurstan, de la Universidad de Exeter y parte del Convex Seascape Survey, un proyecto de cinco años que examina el almacenamiento de carbono en los océanos. "Esto dificulta descubrir cómo eran nuestros ecosistemas marinos, lo que a su vez obstaculiza la conservación y la recuperación", añadió en un comunicado.
Debido a su importancia económica y cultural, las ostras aparecen en registros históricos que incluyen periódicos, libros, escritos de viajes, registros de desembarques, cartas náuticas, primeras investigaciones científicas y entrevistas con pescadores.
"Al combinar relatos descriptivos de una variedad de fuentes históricas, podemos construir una imagen de nuestros mares pasados", dijo el Dr. Thurstan, quien está cartografiando los cambios oceánicos pasados como parte del Convex Seascape Survey.
La mayor concentración de arrecifes de ostras estaba en el Mar del Norte. Los registros muestran que existían extensos arrecifes a lo largo de las costas de la actual Francia, Dinamarca, Alemania, los Países Bajos, la República de Irlanda y el Reino Unido.
"Los arrecifes de ostras se desarrollan lentamente, con capas de nuevas ostras acumulándose sobre las conchas muertas de sus predecesoras, pero su destrucción por la sobrepesca fue relativamente rápida", dijo la Dra. Philine zu Ermgassen, investigadora honoraria de la Universidad de Edimburgo.
"Esto ha causado una reestructuración fundamental y un 'aplanamiento' de nuestros fondos marinos, eliminando ecosistemas prósperos y dejando atrás una extensión de sedimento blando. Gracias a esta investigación de ecología histórica, ahora podemos describir cuantitativamente cómo eran los arrecifes de ostras antes de ser impactados y la extensión espacial de los ecosistemas que formaron".