ARGENTINA, 1 Oct (EUROPA PRESS)
La NASA capturó la imagen más nítida de los cinturones de radiación de la Tierra, gracias al instrumento Jovian Energetic Neutrals and Ions (JENI) desarrollado por el Laboratorio de Física Aplicada (APL) de Johns Hopkins. Esta hazaña tecnológica se realizó mientras la sonda Juice de la ESA, equipada con dicha herramienta, se dirigía hacia las lunas de Júpiter, alejándose de nuestro planeta.
El sistema JENI, que trabaja capturando átomos neutros energéticos emitidos por partículas cargadas en interacción con el gas de hidrógeno atmosférico, permitió obtener detalles invisibles al ojo humano de los anillos de plasma caliente que envuelven la Tierra. La precisión de estas imágenes supera a todas las capturas anteriores, revelando aspectos hasta ahora desconocidos del escudo magnético terrestre, una hazaña que dejó a todos los involucrados en el proyecto con una sensación de asombro por el logro.
El 19 de agosto, la sonda Juice aprovechó una aproximación de 30 minutos a la Luna para recabar datos sobre la interacción del entorno espacial con nuestro satélite, a tan solo 750 kilómetros de distancia de la superficie lunar. Este estudio preliminar busca entender mejor las relaciones entre las magnetosferas planetarias y sus satélites, especialmente de cara a las futuras observaciones de las lunas de Júpiter.
Posteriormente, el 20 de agosto, Juice continuó su viaje adentrándose en la magnetosfera terrestre, sobrevolando a unos 60.000 kilómetros sobre el Océano Pacífico. Este pasaje permitió a los instrumentos a bordo, incluyendo a JENI y su acompañante Jovian Energetic Electrons (JoEE), experimentar las condiciones extremas predichas en Júpiter, recolectando datos vitales sobre el plasma de baja energía y los cinturones de radiación terrestres.
Con el éxito de estos encuentros y la asistencia gravitatoria de la Luna y la Tierra, Juice ajustó su trayectoria hacia Venus, donde en agosto de 2025, realizará un sobrevuelo crítico para su ruta hacia Júpiter. Este maniobra implica una serie de encuentros estratégicos que incluyen dos visitas adicionales a la Tierra en septiembre de 2026 y enero de 2029, antes de su llegada al gigante gaseoso prevista para julio de 2031.
Estas observaciones pioneras no solo arrojan luz sobre los complejos sistemas de radiación y plasma de la Tierra sino que también preparan el terreno para futuras exploraciones de las atmósferas y magnetosferas de otros planetas, abriendo un nuevo capítulo en nuestro entendimiento del universo.