ARGENTINA, 16 Sep (EUROPA PRESS)
Un reciente estudio realizado por la Universidad de la Sorbona y la Universidad de Reading arrojó luz sobre la eficacia de desviar vuelos para prevenir la formación de estelas de condensación, que contribuyen al calentamiento global, disipando así temores previos sobre el posible aumento inadvertido de este fenómeno debido a emisiones adicionales de CO2. Los investigadores concluyeron que, para la mayoría de los vuelos sobre el Atlántico Norte, el beneficio climático de evitar estas estelas supera con creces los efectos del dióxido de carbono liberado por rutas alternativas.
Según el estudio, publicado en Atmospheric Chemistry and Physics, las estelas de condensación, esas líneas blancas que dejan los aviones en el cielo, tienen la capacidad de atrapar calor en la atmósfera, exacerbando así el problema del calentamiento global. A pesar de la preocupación en torno a cómo medir de manera eficaz el impacto de las estelas de condensación contra las emisiones de CO2, lo que se conoce como equivalencia de CO2, el estudio demostró que, independientemente de la métrica utilizada, evitar las estelas resultaría beneficioso para el clima.
Analizando casi medio millón de vuelos que cruzaron el Atlántico Norte en 2019, los investigadores estimaron que las emisiones de CO2 y las estelas de condensación generadas por estos incrementarán la temperatura global en aproximadamente 17 microKelvins para 2039, y en 14 microKelvins para el año 2119, mostrando un cambio de temperatura relativamente pequeño. Sin embargo, al modelar una situación donde los aviones evitan todas las estelas de condensación con solo un 1% más de uso de combustible, encontraron una reducción significativa en el calentamiento proyectado.
El profesor Nicolas Bellouin, de la Universidad de Reading y coautor del estudio, subrayó la importancia de estos hallazgos para hacer los viajes aéreos más sostenibles. "Redireccionar vuelos para eludir las estelas de condensación podría reducir significativamente el impacto climático de la aviación. Aunque es necesario mejorar los pronósticos y realizar ensayos en condiciones reales, esto elimina un gran obstáculo para la implementación de medidas que prevengan la formación de estelas", aseguró Bellouin.
A pesar de estas prometedoras conclusiones, los científicos advirtieron sobre la incertidumbre que aún rodea la predicción exacta de dónde y cuánto calentarán las estelas de condensación. Recomendaron priorizar los esfuerzos de cambio de ruta en aquellos vuelos que generan las estelas más calentadoras, maximizando así el beneficio climático de tales desvíos.
Este estudio marca un paso adelante en la comprensión de cómo las actividades humanas, especialmente la aviación, impactan el clima de nuestro planeta y ofrece un camino viable hacia una aviación más sostenible y consciente del medio ambiente.