Publicado 19/09/2024 08:36

ARGENTINA.- Descubren en Texas mandíbulas del Cretácico que trituraron presas

Latam.-Ciencia.-Mandíbulas que trituraban presas del Cretácico excavadas en Texas
Latam.-Ciencia.-Mandíbulas que trituraban presas del Cretácico excavadas en Texas - TREVOR REMPERT

ARGENTINA, 19 Sep (EUROPA PRESS)

En un emocionante hallazgo en Texas, paleontólogos desenterraron restos fósiles de un enorme mosasaurio conocido como Globidens alabamaensis, que destacó durante el período Cretácico Superior por sus impresionantes mandíbulas y dientes globulares, ideales para triturar caparazones duros. Este reptil marino, que alcanzó longitudes de hasta 6 metros, se erigió como uno de los depredadores dominantes en los mares de aquel entonces, tras la disminución de otros icónicos marinos debido a cambios climáticos y transformaciones en el ecosistema marino.

Bethany Burke Franklin, paleontóloga marina y educadora del museo Texas Through Time en Hillsboro, resaltó la eficacia de estos dientes en forma de hongo para impactar y destrozar las defensas de sus presas, lo que representaba una ventaja definitiva en la lucha por la supervivencia. Franklin, experta en reptiles marinos que no participó directamente en este estudio, señaló la importancia de tales adaptaciones en el éxito de estos formidables cazadores.

Descubierto en 1912, el Globidens alabamaensis ha revelado apenas unos pocos ejemplares casi completos a lo largo de los años, con la mayoría de los hallazgos consistiendo en dientes y fragmentos de mandíbula. No obstante, este último descubrimiento, realizado por un cazador de fósiles privado en 2023 en la Formación Ozan, al noreste de Texas, ha añadido conocimiento valioso sobre estas criaturas. Estas mandíbulas, provenientes de estratos del Campaniano que datan de hace entre 83,6 y 72,1 millones de años, muestran la capacidad única de G. alabamaensis para adaptarse y prosperar en un ambiente marino rico y competitivo.

La particularidad de los dientes romos y redondeados del Globidens sugiere una adaptación a una dieta basada en presas con caparazón duro, como tortugas, amonitas y bivalvos, distinguiéndose de otros mosasaurios que poseían dientes en forma de daga para desgarrar a sus víctimas. Esta especialización permitió a G. alabamaensis compartir su hábitat con otros grandes depredadores marinos sin competir directamente por las mismas fuentes de alimento.

El descubrimiento de estas mandíbulas no solo arroja luz sobre las tácticas de caza y dieta de estos impresionantes reptiles marinos sino también sobre la complejidad del ecosistema marino del Cretácico Superior y la increíble capacidad de adaptación y especialización de los mosasaurios. Los paleontólogos siguen desentrañando los misterios de estos antiguos océanos, pieza por pieza, revelando un pasado fascinante que continúa sorprendiendo y educando a la comunidad científica y al público general.

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