Publicado 22/10/2024 09:32

Cuásares en el universo temprano parecen estar suspendidos en enormes vacíos cósmicos

Latam.-Ciencia.-Cuásares del universo primitivo parecen flotar en vacíos
Latam.-Ciencia.-Cuásares del universo primitivo parecen flotar en vacíos - CHRISTINA EILERS/EIGER TEAM

ARGENTINA, 22 Oct (EUROPA PRESS)

El telescopio espacial James Webb, en una misión pionera hacia el cosmos primitivo, desentrañó misterios acerca de cuásares antiguos que, contra todo pronóstico, parecen hallarse inusitadamente aislados en el vasto universo temprano. Un equipo de investigadores del MIT, al mando de esta sorprendente travesía cósmica, retrocedió más de 13.000 millones de años luz para analizar el entorno de cinco cuásares de la antigüedad. Este viaje por el tiempo reveló una diversidad asombrosa en sus alrededores, algunos de ellos rodeados por más de 50 galaxias vecinas, conforme a las predicciones de los modelos científicos actuales. No obstante, otros cuásares se mostraron flotando en aparentes vacíos cósmicos, apenas acompañados por un puñado de galaxias dispersas.

Estos cuásares solitarios plantean un desafío significativo a la comprensión física de cómo estos fenómenos luminosos lograron formarse tan precozmente en el universo, dada la aparente escasez de materia circundante necesaria para fomentar el crecimiento de sus agujeros negros. "Contrariamente a la creencia anterior, encontramos que en promedio, estos cuásares no están necesariamente en esas regiones de mayor densidad del universo primitivo. Algunos de ellos parecen estar ubicados en medio de la nada", explicó Anna-Christina Eilers, profesora adjunta de física en el MIT. La posibilidad de que estas gigantescas estructuras no estén tan solas como sugieren las observaciones iniciales, sino ocultas parcialmente por polvo cósmico, abre nuevas vías de investigación para entender cómo fue posible su gigantesco crecimiento en una era tan temprana del cosmos.

Los hallazgos, detallados en un artículo del Astrophysical Journal, se centran en los agujeros negros supermasivos que impulsan a estos cuásares, entidades que superan el millón de veces la masa del Sol y cuya brillantez trasciende el billón de veces la de nuestra estrella. La habilidad de un cuásar para iluminar a través de las eras lo convierte en uno de los objetos más resplandecientes y fascinantes del universo, visibles desde distancias astronómicas gracias a instrumentos como el JWST. Estas observaciones, además de expandir nuestra percepción del universo primitivo, instan a repensar teorías sobre la formación y evolución de los cuásares durante los primeros cientos de millones de años después del Big Bang.

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