MADRID 15 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Organización Regional Indígena del Valle del Cauca (ORIVAC) ha reclamado la protección de la comunidad internacional ante los "asesinatos sistemáticos" que están sufriendo sus líderes, en el marco de la ola de violencia que sufre Colombia.
La ORIVAC ha denunciado que, "mientras la guarda indígena y campesina se encuentra en el ejercicio del control territorial para evitar la propagación en el marco de la emergencia sanitaria generada por la pandemia de COVID-19, se presentan hechos de violencia contra la población indígena y campesina".
Así, ha informado de que a las 20.20 (hora local) del sábado fue asesinado Leider Trimpeta Chate, que "fue ultimado a disparos por personas desconocidas que emprendieron la huida" mientras descansaba en casa de sus suegros. "Falleció minutos después cuando estaba siendo trasladado por vecinos del sector al centro asistencial más cercano", ha indicado.
Además, ha recordado que el 27 de mayo el líder indígena Edilfonso Sarria fue asesinado "en las mismas circunstancias del hecho anterior". Y, horas después, "hombres fuertemente armados se acercaron al caserío del Nogal, perteneciente al resguardo kwet wala de Pradera del Valle, abrieron fuego indiscriminadamente contra las personas que se encontraban departiendo licor, causando la muerte de manera instantánea a dos campesinos, Humberto de Jesús Campo y Omar Ignacio Ipia, y dejando gravemente heridos a otros dos".
"Hace varias semanas se registran atropellos, amenazas y asesinatos sistemáticos contra nuestras autoridades, la Guardia Indíegan y organizaciones de Derechos Humanos (...) en todo el territorio nacional", ha subrayado, enfatizando que eso ha provocado "una cantidad de víctimas, desplazados, huérfanos y viudas y viudos que lo único que han recibido es el acompañamiento de la Madre Naturaleza".
Por eso, la ORIVAC ha instado a la Contraloría, la Procuraduría y la Defensoría del Pueblo de Colombia, así como a la misión de la ONU y a la Organización de Estados Americanos (OEA) que "acompañen y se pronuncien ante esta grave vulneración de los derechos de los pueblos indígenas y de los campesinos en el Valle del Cauca".
Desde la firma en 2016 del acuerdo de paz con las FARC, Colombia sufre una ola de violencia por los enfrentamientos entre grupos rivales para apoderarse de los antiguos territorios y negocios de la guerrilla.
Las principales víctimas han sido líderes sociales y ex guerrilleros de las FARC. De acuerdo con el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), hacia mediados de mayo habían sido asesinados 100 y 25, respectivamente, en lo que va de año.