MADRID 21 Jul. (EUROPA PRESS) -
La ONG Human Rights Watch (HRW) ha instado este miércoles al Gobierno de Hong Kong a retirar los cargos que pesan sobre la activista Chow Hang Tung y que fue detenida a principios de junio en la conmemoración del aniversario de la masacre de Tiananmen de 1989.
Chow, vicepresidenta de la Alianza de Hong Kong en Apoyo a los Movimientos Patrióticos Democráticos de China, fue detenida bajo sospecha de promover la vigilia que fue prohibida con motivo de la pandemia.
"Las autoridades de Hong Kong están deteniendo y enjuiciando injustamente a Chow Hang Tung porque desempeña un papel destacado al recordar a los hongkoneses y al mundo la masacre de Tiananmen de 1989 en China", ha señalado la investigadora principal sobre China de HRW, Maya Wang.
En este sentido, ha considerado que "las autoridades de Hong Kong parecen empeñadas en reprimir a los activistas que dicen al Gobierno chino lo que no quieren oír" así como que "la detención continuada de Chow Hang Tung envía un mensaje al mundo de que China considera una amenaza incluso la forma más pacífica y solemne de protesta".
La Alianza en Apoyo al Movimiento Patriótico Democrático de Hong Kong tenía prevista una vigilia en memoria a las víctimas de la masacre, que tuvo lugar el 4 de junio de 1989 en la plaza Tiananmen, si bien tuvo que cancelar la cita. Chow había avanzado, previamente, que iría a Parque Victoria en la noche del 4 de junio a título personal para llorar a las víctimas de la masacre, sin embargo, fue arrestada antes.
La brutal represión de las protestas de estudiantes y trabajadores que tuvieron lugar en la plaza de Tiananmen entre abril y junio de 1989 sigue siendo un tema tabú en China, entre otras cosas porque las demandas que se plantearon entonces aún siguen sin respuesta por parte de las autoridades chinas.
El detonante de aquellas protestas fue la muerte fulminante durante una reunión del Partido Comunista Chino (PCCh) de su ex secretario general Hu Yaobang, que capitaneó la reforma de los años 80 pero fue obligado a dimitir por el líder 'de facto' del gigante asiático, Deng Xiaoping, por su fracaso a la hora de contener las revueltas estudiantiles de 1987.
La masacre quedó documentada por la prensa internacional, que esos días estaba en China para cubrir la visita del líder soviético Mijaíl Gorbachov. Pese a ello, se desconoce el número exacto de víctimas.