MINSK, 4 Oct. (DPA/EP) -
Las marchas callejeras contra el presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, cumplirán este domingo su octava semana con la concentración prevista para este domingo en Minsk, y que espera repetir la asistencia del pasado fin de semana.
Unas 100.000 personas participaron en la manifestación el pasado domingo en la capital bielorrusa, de las cuales unas 350 resultaron detenidas.
Para la ocasión, se ha pedido a los manifestantes que lleven fotografías de presos políticos y que marchen frente a los centros de detención.
Queda por ver si las fuerzas de seguridad los tratarán de manera diferente desde que Bielorrusia retiró la acreditación de todos los corresponsales extranjeros, lo que dificulta la cobertura de las protestas.
Varios miembros destacados de la oposición se encuentran actualmente detenidos, incluida la líder Maria Kalesnikava, que enfrenta hasta cinco años de cárcel por cargos de poner en peligro la seguridad nacional.
Las protestas contra Lukashenko han continuado desde las disputadas elecciones presidenciales del 9 de agosto, con varias muertes, cientos de heridos y más de 10.000 arrestos desde entonces.
Los manifestantes piden la liberación de todos los presos políticos, la dimisión de Lukashenko y nuevas elecciones libres y justas después de que el mandatario fuera oficialmente declarado ganador de las elecciones con el 80,1% de los votos tras 26 años en el cargo. La oposición, sin embargo, dice que la votación fue amañada.
En respuesta, la Unión Europea publicó este viernes sanciones comunitarias contra 40 dirigentes implicados en la represión y el fraude electoral en Bielorrusia, después de que la pasada madrugada los líderes de la UE desbloquearan el trámite.
Las medidas punitivas incluyen la prohibición de viajar a la UE y la congelación de activos económicos en el bloque. Igualmente no podrán acceder a recursos en la UE a través de terceras personas o empresas.
En la lista de sancionados no se encuentra el presidente, aunque la UE se guarda la opción de incluirlo según evolucione la situación. Por el momento busca dar espacio a que el líder bielorruso colabore con las mediaciones de la OSCE y permita un diálogo interno con la oposición.
Eso sí, la mayoría de los sancionados son dirigentes de Asuntos Internos y de seguridad, así como cargos de responsabilidad en centros de detención, fuerzas especiales y Policía a los que se atribuye una implicación en la violencia contra los manifestantes.
Las medidas se extienden a responsables de la persecución política y el fraude electoral, así se encuentra el exfiscal general que excluyó de los comicios a buena parte de los lideres opositores o altos funcionarios del Consejo Electoral que organizó las elecciones, germen de las protestas.