MADRID 19 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, ha propuesto unas líneas maestras para resolver la crisis en Líbano, país asolado por el conflicto entre Hezbolá e Israel por la guerra de Gaza, con la mirada puesta en un plan de reconstrucción política que ponga fin a años de tensiones comunitarias en el país.
"En Líbano hay un nuevo contexto político, lleno de peligros, pero que no obstante podría desembocar en cambios", ha explicado Borrell en un mensaje publicado en su cuenta de X, antes de hablar de una serie de cuestiones que trasladará la semana que viene en la conferencia de París sobre Líbano.
El diplomático europeo solicita un alto el fuego inmediato, seguido de una elección presidencial para llenar la vacante dejada por Michel Aoun debido a la endémica crisis política en el país, y que irá acompañado por "el despliegue exclusivo de las fuerzas del Ejército libanés en el sur del país" acompañado de un endurecimiento del mandato para la fuerza de paz de la ONU, la FINUL.
Todo ello va encaminado hacia el objetivo final que es el de hacer realidad "la posibilidad que tiene de construir su plena soberanía, destrozada ahora mismo por agentes externos", en velada referencia también a Irán, que tiene en Hezbolá a su gran aliado en el país.
Borrell quiere apuntar no obstante que, a la hora de conseguir estos objetivos, la integridad territorial de Líbano, ahora mismo en medio de una invasión israelí, no puede quedar en disputa. "El respeto a la soberanía de Líbano", ha destacado el diplomático, "es innegociable".
Poco después, y ya durante la cumbre de ministros de Defensa del G7 en Roma (Italia), Borrell ha abundado en estas ideas. El mandato de la FINUL, ha recordado, no tiene carácter ejecutivo, por lo que no puede intervenir por sí misma, sino que tiene que actuar en concordancia con el Ejército libanés.
"Un papel limitado", ha lamentado Borrell, antes de explicar que solo el Consejo de Seguridad tiene potestad para incrementar estas competencias, o para ordenar una retirada de las fuerzas de paz, como ha pedido el primer ministro de Israel, Benjamin Netanhayu, al secretario general de la ONU, António Guterres, quien no tiene ninguna capacidad decisoria al respecto, ha explicado el diplomático.