Actualizado 29/03/2017 15:10

Las mujeres rurales representan casi la mitad de la mano de obra en el campo pero son más vulnerables

   MADRID, 15 Oct. (EUROPA PRESS) -

   Las mujeres rurales, a pesar de representar el 43 por ciento de la mano de obra agrícola y ser las responsables de producir, procesar y preparar "gran parte" de los alimentos disponibles, son "exponencialmente más vulnerables y están más marginadas", según recuerda la ONU, con motivo del Día Internacional de la Mujer Rural que se celebra este sábado 15 de octubre.

   En este sentido, Intermón Oxfam lleva a cabo numerosos proyectos para apoyar a los agricultores locales así como el papel de las mujeres en las comunidades. Uno de los países donde actúa la ONG es Paraguay, el más pobre de América del Sur y uno de los 10 países más desiguales del mundo ya que, siendo un país principalmente agrícola, el 85 por ciento de la tierra está en manos del 2 por ciento de los grandes terratenientes y empresas transnacionales. "Paraguay vive la cruel paradoja de que produce alimentos para 50 millones de personas pero 1.300.000 pasa hambre", denuncia Intermón Oxfam.

   El mercado de San Pedro y la cooperativa Manduvirá son dos proyectos impulsados por Intermón Oxfam dentro del programa de medios de vida en Paraguay para apoyar a los pequeños productores, dinamizar los mercados locales y empoderar a las mujeres en sus comunidades, aumentando sus ingresos y competencias.

UNA FERIA DE VERDURAS Y FRUTAS EN SAN PEDRO

   Celina Villalba vive en la comunidad de Tapecaaguy, cerca de la ciudad de San Pedro (Paraguay). Actualmente, vive sola en la casa, después de que sus 13 hijos se independizaran. Su marido se marchó cuando eran pequeños y ella se hizo cargo de la familia. Celina es una de las 31 mujeres que acuden desde hace seis años, todos los miércoles a la feria de San Pedro, un mercado donde vende los productos que cultiva y que forma parte de un proyecto de Intermón Oxfam para apoyar a las mujeres de esa zona a dar salida a sus productos agrícolas.

   "Para nosotros la feria es muy importante porque con ella conseguimos algo de sustento económico para los gastos de la casa", explica Celina.

   Las mujeres están organizadas a través de la AAO (Asociación de Agricultores Oñondivepá) y fueron ellas mismas quienes pactaron con la municipalidad para poner en marcha la iniciativa. "Nos reunimos una vez al mes y hablamos sobre cómo podemos mejorar la feria, qué productos faltan y qué deberíamos traer", añade.

   Además de la feria, varias de las mujeres de la AAO trabajan también en una pequeña fábrica de miel, otro proyecto que ha permitido generar ingresos y fuente de trabajo y que Celina espera que pueda ser un reclamo para que los jóvenes se queden en la zona. "Si tuviésemos fuentes de trabajo se quedarían aquí", sentencia.

ALBA ZARACHO, SOCIA DE UNA COOPERATIVA

   Manduvirá es una cooperativa azucarera de comercio justo situada en el distrito de Arroyos y Esteros, una región agrícola de unas 22.000 personas a 70 kilómetros de Asunción. El 44 por ciento de los miembros de la cooperativa son mujeres y Alba Zaracho es una de las socias desde 2006. Esta campesina de 35 años, que trabaja la caña de azúcar y tiene su propio huerto, explica que no se ve detrás de un escritorio trabajando, "porque me gusta mucho moverme". "Yo nací aquí, aprendí los trabajos que realizaba mi papá en la finca y me gustó", añade.

   Antes de la creación de Manduvirá, los agricultores de la zona vendían sus productos a una empresa que ostentaba el monopolio local y que ejercía "prácticas de semiesclavitud entre los productores de caña de azúcar, --explica Intermón Oxfam--. Manduvirá ha cambiado la vida a más de 2000 familias".

   Datos que confirma Alba quién afirma que ahora tienen más ingresos "y con ese dinero podemos hacer muchas cosas más: invertir otra vez en la finca, comprarnos algunas cositas para la casa... Antes no había ese pequeño progreso", recuerda.

   Alba también está implicada en la cooperativa, participando en el comité orgánico, que revisa las condiciones de producción de los cultivos. "Si hay algún productor que no cumpla con los requisitos o las recomendaciones, se sanciona a esa persona", explica. Su siguiente objetivo es lograr un puesto de trabajo en la fábrica de Manduvirá, "pero solo medio día porque tengo que trabajar en el huerto".

   Para Intermón Oxfam, Manduvirá demuestra que "es posible un mundo rural que apoye a los pequeños productores y que sea sostenible, eficiente y rentable". La ONG comercializa en sus tiendas el azúcar orgánico que la cooperativa produce y exporta a más de 17 países de todo el mundo.