Actualizado 06/08/2009 12:42

Ecuador fortalecerá dolarización mientras "funcione"

QUITO (Reuters/EP) - Ecuador mantendrá la dolarización mientras no encuentre un sistema monetario "mejor" que pueda reemplazarlo y mientras le "funcione" al pueblo ecuatoriano, dijo el jueves el ministro de Política Económica, Diego Borja.

Quito adoptó la dolarización en el 2000 para controlar la inflación y estabilizar la economía local tras una de sus peores crisis financiera, que provocó una fuerte reacción social de miles de clientes de los bancos.

"Creo que tenemos dolarización mientras le funcione al pueblo ecuatoriano (...) mientras no tengamos un sistema monetario que pueda reemplazar de mejor manera", afirmó Borja en una entrevista televisada.

El presidente izquierdista Rafael Correa, quien asumirá un nuevo mandato el lunes, ha cuestionado la adopción del dólar como moneda del país, señalando que fue "una de las más grandes cantinfladas de la historia del Ecuador".

El Gobierno argumenta que el esquema resta competitividad al pequeño país, cuya economía está basada en las exportaciones de crudo y productos agrícolas y en las remesas de los inmigrantes.

No obstante, el popular Correa ha mantenido el esquema y tomó medidas para sostenerlo, como la restricción de importaciones, un importante financiamiento externo con multilaterales regionales y un acuerdo petrolero con China.

Para Borja, el dólar es funcional "mientras permita al país planificar adecuadamente sus consumos, sus ingresos, sus inversiones".

Analistas han pronosticado que la dolarización en Ecuador duraría poco tiempo debido a la expansión del gasto público en la que incurrió el Gobierno y por la decisión oficial de quitarle autonomía al Banco Central.

Mediante una ley, Correa cambió la estructura y funciones del Banco Central. Ahora, el Gobierno será el encargado de definir la política monetaria, cambiaria y crediticia del país.

Los ecuatorianos defienden la circulación del dólar en el país porque ha permitido una relativa estabilidad en su economía.

(Por Alexandra Valencia. Editado por Alejandro Lifschitz/Luis Azuaje)