CIUDAD DE MÉXICO, 5 Feb. (Notimérica) -
Tal día como hoy en 1917, en la ciudad de Querétaro (México), el Congreso Constituyente promulga la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, nombrando al general Venustiano Carranza como presidente constitucional del país.
Esta Constitución, aún vigente en México, es la norma fundamental para regir jurídicamente al país, fijando los límites y las relaciones entre los poderes legislativo, ejecutivo y judicial. Asimismo, con los niveles del gobierno (federal, estatal y municipal) y entre los ciudadanos. Establece las bases para el gobierno y los derechos y deberes del pueblo.
Años antes, las críticas que suscitaba la antigua Constitución de 1857, unido a las condiciones del país, desataron diversas revueltas que, junto al resultado de las elecciones de 1910, dio como resultado el inicio del conflicto armado, la Revolución Mexicana de 1910.
Tras la renuncia del general Porfirio Díaz, Francisco León de la Barra ocupó la Presidencia de México de forma interina hasta que se llevaran a cabo elecciones.
En 1911 se celebraron unas elecciones extraordinarias en México en las que ganó Francisco Madero a quien León de Barra entregó la Presidencia. Pero en 1913, Madero y el vicepresidente Jose María Pino Suárez fueron asesinados tras el conflicto de la denominada Decena Trágica. Ocupó entonces la presidencia Victoriano Huerta.
El entonces gobernador de Coahuila (México), Venustiano Carraza, formó el ejército constitucionalista y derrocó a Huerta en 1914. Carranza convocó un congreso constituyente en 1916, órgano electo que sería el encargado de reformar la Constitución vigente e incluir en la nueva Constitución las demandas exigidas durante la Revolución. Su sede fue el Gran Teatro Iturbide (hoy Teatro de la República) de la ciudad de Santiago de Querétaro (México).
El 31 de enero de 1917, tras meses de debates, el Constituyente cerró sesiones y el 5 de febrero de ese mismo año, se promulgó la nueva Constitución, con el nombre de 'Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que reforma la del 5 de febrero de 1857'.
La Carta Magna entraría en vigor el 1 de mayo de ese año, el mismo día que se publicó en el Diario Oficial de la Federación.
La nueva Constitución, tomó como base fundamental los ordenamientos de la antigua, especialmente la parte de derechos humanos, aunque ya no los explicita como tales, sino que se alude a las llamadas 'garantías individuales'. También incluyó varios puntos del programa del Partido Liberal Mexicano de 1906 y algunos cambios más, para ajustarla a la nueva realidad social del país.
CAMBIOS
Fue la primera constitución de la historia que incluyó muchos derechos sociales. Introdujo además, nueve títulos, que contienen 136 artículos y 19 transitorios. El primer título y sus 38 artículos tratan sobre derechos humanos y garantías individuales de la ciudadanía mexicana. Los 98 artículos siguientes definen la estructura del estado mexicano.
Entre las reformas notables que se dieron respecto a la previa Constitución de 1857, se encuentran la eliminación de la reelección del presidente de la República y la eliminación del cargo de vicepresidente.
Se otorgó mayor autonomía al poder judicial y más soberanía a las entidades federativas. En este marco se creó el municipio libre y se estableció un ordenamiento agrario en el país relativo a la propiedad de la tierra. La Constitución vigente, garantiza la libertad de culto, enseñanza laica y gratuita y la jornada de trabajo máxima de ocho horas diarias. También reconoce la libertad de expresión y la libertad de asociación de los trabajadores.
Referente a la estructura, la Constitución de 1917, está conformada en dos partes conocidas como dogmática y orgánica. En la primera de ellas quedan consignadas las garantías individuales y se reconocen derechos y libertades sociales. La parte orgánica corresponde a la división de los poderes de la unión y el funcionamiento de las instituciones del estado.
REFORMAS POSTERIORES
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos ha sido reformada más de 200 veces desde su promulgación el 5 de febrero de 1917. Como se expresa en el artículo 135 de la misma, está permitido reformar y adicionar su contenido, aunque para hacerlo se requiere que el Congreso de la Unión, por el voto de las dos terceras partes de los presentes, acuerde las reformas y que éstas sean aprobadas por la mayoría de las legislaturas de los estados.
A diferencia de la mayoría de los países latinoamericanos, México no ha cambiado su Constitución por una nueva durante estos últimos 100 años, sino que la ha ido reformando para ajustarse a los cambios de los tiempos y a las nuevas condiciones políticas del país.
El 10 de junio de 2011 la Constitución fue reformada por última vez incorporando al texto la variación de lo que hasta entonces eran las garantías individuales, para integrarse al contexto internacional de los derechos humanos.