MADRID 11 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Brasil ha anunciado este jueves la designación de Pedro Lucas Fernandes, líder de la formación conservadora Unión Brasil en el Congreso, como nuevo ministro de Comunicaciones, en sustitución de Juscelino Filho, que esta semana renunció al cargo tras ser acusado de corrupción por parte de la Fiscalía del país.
La ministra de la Relaciones Institucionales de la Presidencia, Gleisi Hoffmann, ha dado a conocer la información después de un encuentro entre el nuevo ministro y el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, en la sede presidencial, y en la que también participaron el presidente del Senado, Davi Alcolumbre, que forma parte de Unión Brasil --uno de los socios del actual Ejecutivo brasileño--, y el exresponsable de la cartera ministerial.
"Unión Brasil presentó el nombre de Pedro Lucas para reemplazar al ministro Juscelino en Comunicaciones. El presidente aceptó y también lo invitó a asumir el cargo", ha señalado Gleisi en declaraciones a la prensa recogidas por agencia Brasil.
Pedro Lucas Fernandes, de 45 años, es el líder de Unión Brasil en la Cámara de Diputados, donde tiene 59 escaños, y proviene de una familia con tradición en la política. De hecho, su padre es Pedro Fernandes, actual alcalde de Arame, en el estado de Maranhao (noreste) y se ha desempeñado como diputado de 1999 a 2019, indica el portal de noticias brasileño G1.
El nombramiento llega después de que su predecesor, Juscelino Fliho, renunciara al cargo a principios de esta semana tras la presentación de cargos en su contra por corrupción y fraude en concesiones públicas, delitos que habría cometido en 2021, antes de su nominación para formar parte del Gobierno de Lula.
El ahora exministro ha dimitido a petición del mandatario brasileño, con vistas a que pueda realizar su amplia defensa fuera del Ejecutivo. Se trata de la primera acusación por corrupción contra un miembro del Gobierno de Lula desde el inicio de su mandato en enero de 2023. Según la investigación, Filho participó en una trama para desviar dinero público a la ciudad de Vitorino Freire, en Maranhao, donde su hermana ejercía como alcaldesa, a cambio de mordidas.