La investigación sostiene que la trama fue urdida en casa del exministro de Defensa Walter Braga Netto
MADRID, 19 Nov. (EUROPA PRESS) -
La Policía Federal de Brasil ha detenido a cuatro militares y un agente que planeaban atentar contra el presidente Luiz Inácio Lula da Silva y otras altas autoridades después de las elecciones de octubre de 2022 para evitar así que tomara posesión, en el marco de la investigación sobre los ataques del 8 de enero.
Además del presidente Lula, esta "detallada operación" denominada 'Puñal Verde y Amarillo' y que sería ejecutada el 15 de diciembre de 2022 tenía como objetivos al vicepresidente Geraldo Alckmin y al juez del Tribunal Supremo Alexandre de Moraes.
"Para ejecutar al presidente Lula, la investigación describe, teniendo en cuenta su vulnerable estado de salud y sus frecuentes visitas al hospital, la posibilidad de utilizar veneno o productos químicos para provocar un colapso orgánico", ha revelado la Policía.
Dicho plan incluía también "encarcelar y ejecutar" a un juez del Supremo al que habían hecho un "seguimiento continuo" en caso de que el golpe de Estado tuviera éxito. Fuentes de la Policía han revelado que se trata de De Moraes, encargado de la investigación de los ataques del 8 de enero y durante la campaña electoral.
Entre las diferentes propuestas planteadas en un inicio, informa la Policía, figuraba envenenar a De Moraes o asesinarle con un atentado con explosivo, pero se optó por detenerle para luego acabar con su vida ya que los riesgos colaterales eran más bajos. Los detenidos llegaron incluso a estar posicionados para interceptar al juez en Brasilia.
Además de estas tres personas, la Policía sostiene que los detenidos consideraban "admisible" acabar con la vida también de los miembros del equipo de seguridad e incluso perder la suya propia para llevar a cabo la misión, que habría sido urdida en casa del exministro de Defensa con Bolsonaro, Walter Braga Netto.
El encuentro tuvo lugar el 12 de noviembre de 2022 y ha sido confirmado por el general Mauro Cid, aliado de Bolsonaro durante su gobierno y ahora colaborador con la Justicia tras su detención por su papel en la supuesta falsificación de los carnés de vacunación de la COVID-19 del expresidente y su familia.
Los cuatro militares han sido detenidos en Río de Janeiro; tres de ellos se encontraban participando en las tareas de seguridad de la cumbre del G20. El otro es el general en la reserva Mario Fernandes, quien ya trabajó para la Secretaría General de la Presidencia durante el mandato de Jair Bolsonaro
Fernandes y los otros tres militares --Helio Ferreira Lima, Rodrigo Bezerra Azevedo y Rafael Martins de Oliveira-- formaban parte de los 'kids pretos', grupo de élite del Ejército encargado de operaciones de guerrilla y contrainsurgencia. El otro detenido es el policía federal Wladimir Matos Soares.
Esta operación, bautizada como 'Contragolpe', forma parte de la investigación por los ataques a las instituciones durante el proceso electoral de 2022 que culminaron con el asalto a la Plaza de los Tres Poderes el 8 de enero de 2023.
Las detenciones se han llevado a cabo gracias, en parte, al contenido de los mensajes que intercambiaron algunos militares con quien fuera mano derecha de Bolsonaro, Mauro Cid, quien pasó varios meses en prisión por su implicación en una supuesta trama para falsificar datos de vacunación contra la COVID-19.
Si bien la Policía investigaba la supuesta falsificación de los carnés de vacunación de la COVID-19 de Bolsonaro y su familia para poder salir del país, durante el proceso encontró en el teléfono de Cid con pruebas de supuestos intentos por mantener al expresidente en el poder a pesar del resultado de las elecciones.