BUENOS AIRES, 16 Jul. (Mario Poliak) -
Al caer por debajo de los 400 dólares la tonelada en el mercado internacional, el más bajo en cuatro años, el precio de la soja complica más el acuciante panorama de la economía argentina en lo que respecta al ingreso de divisas, que obviamente golpea de lleno en el nivel de las reservas internacionales del país.
Los valores de los granos en el mercado de Chicago sufrieron un fuerte retroceso por las buenas condiciones climáticas en Estados Unidos y Rusia, que hicieron incrementar la oferta.
En el mercado de Rosario, el producto cotizó a $280.000, en tanto en Chicago la pérdida diaria es de USD 9,55 la tonelada, lo que llevó a que la posición setiembre cerrara a 379,84 dólares, perforando el piso de los USD 400 luego de casi cuatro años.
El Gobierno había apostado fuerte a una mejor cosecha tras el impacto de la sequía del año anterior. Aunque el volumen cumplió con las expectativas, los precios internacionales de los granos bajaron considerablemente desde noviembre.
Esto, que se esperaba solucionara buena parte de los problemas económicos, sirvió solo para sofocar parcialmente las dificultades.
En el primer semestre de este año, el ingreso de divisas por exportaciones de granos fue de USD 11.000 millones, una cifra similar a la obtenida durante la gestión pasada. Esta situación plantea la duda de por qué los productores no ingresan más divisas, y la respuesta estaría en que no les satisface el tipo de cambio y reclaman una devaluación.
Las estimaciones del sector indican que por ahora fue vendido solo 37% de los granos de los principales cultivos, como la soja, el maíz, el trigo, la cebada, el sorgo y el girasol de la última cosecha, cifra inferior al 42% del mismo período del año pasado.
En cuanto a la soja, se estima la venta en un 46%, casi igual que el 45% de las dos campañas previas, y al 49% promedio de los últimos cinco años.
Resta por comercializar más de la mitad de la cosecha de soja, unos 27 millones de toneladas, unos USD 11.188 millones a un precio FOB de USD 432 por tonelada.
En el caso del maíz, queda un remanente de USD 6.000 millones por vender, aunque parte se destinará al mercado interno. Esto proyecta una liquidación de divisas de aproximadamente USD 13.500 millones.
La brecha de casi 60% entre el dólar oficial y los financieros no ofrecía incentivos a los exportadores, aunque el Gobierno hizo bajar el paralelo con el anuncio de la intervención en el mercado de dólares financieros con divisas compradas en el mercado oficial.