Publicado 25/06/2024 11:17

ARGENTINA.- Milei, enojado con el FMI, cree posible salir del cepo sin su ayuda. Caputo teme por los peligros

22 June 2024, Hamburg: Argentinian President Javier Milei speaks on the occasion of his award of the Hayek Medal of the Friedrich August v. Hayek Society.
22 June 2024, Hamburg: Argentinian President Javier Milei speaks on the occasion of his award of the Hayek Medal of the Friedrich August v. Hayek Society. - Daniel Bockwoldt/dpa

BUENOS AIRES, 25 Jun. (Mario Poliak) -

El presidente Javier Milei y su ministro de Economía, Luis "Toto" Caputo, difieren en cuanto a las posibilidades de salir del cepo cambiario en un plazo relativamente corto.

El jefe del Estado está enojado con el FMI porque cree que no le "reconoce" el ajuste fiscal inédito que aplica desde que llegó al poder y considera que acabar con los mecanismos de emisión monetaria es suficiente para eliminar las trabas en el mercado de divisas sin necesidad de fondos frescos.

Por el contrario, para Caputo la ayuda monetaria del organismo internacional es imprescindible para liberar las restricciones cambiarias sin poner en riesgo las reservas del Banco Central y el programa antiinflacionario.

En medios cercanos a la Casa Rosada se comenta que Milei ha llegado a tratar de "zurdos" a los miembros del staff del Fondo, o cuanto menos de "populistas", por el reclamo reiterado de contención social a sus políticas de ajuste, en algunos casos despiadadas.

Milei fue muy explícito ayer, desde Europa, al señalar que la posibilidad de salir del cepo no depende de un acuerdo con el FMI sino de "terminar de sanear el balance del Banco Central"; en otras palabras, "exterminar todos los mecanismos de emisión de dinero".

Actualmente, los pasivos monetarios en manos del Banco Central alcanzan a 17 billones de pesos, pero sólo 6 billones de ese total podrían generar problemas, ya que el resto de los pases está en cabeza del Tesoro o de bancos públicos. Para Milei, terminar de "limpiar" esa deuda que obliga a emitir pesos está a punto de concluir.

Otro aspecto a tener en cuenta es la opción de venta al que tiene derecho el poseedor de un activo para vender, por ejemplo, cuando cae su cotización, conocido como "put", que tienen los bonos en pesos emitidos por el anterior gobierno.

Esto podría representar un peligro por la emisión monetaria que conlleva asociada, en caso de una venta masiva de esos bonos.

Es por eso que para "Toto" Caputo es básico contar con poder de fuego para salir a intervenir en el mercado ante cualquier eventualidad, cuando se libere el cepo, hecho que en su opinión solo es posible a través de fondos frescos, y el único que hoy podría proveerlos es el FMI.

En cambio, Milei quiere solucionar cuanto antes este asunto: Quiere que su política y sus señales comiencen a dar sus frutos con la llegada de inversiones, especialmente las tecnológicas, que lo tienen por demás entusiasmado.

Además, sabe que esta posibilidad, en caso de no generar sobresaltos, gatillaría una baja inmediata del riesgo país y detendría la caída del PBI, que en el primer trimestre fue de 5,1%, según el Indec. Los mercados, en tanto, parecen estar más del lado del Presidente que de su ministro.

El problema de Caputo, además, es que las negociaciones para obtener nuevos recursos ni siquiera comenzaron ni tiene una fecha específica para que esto suceda.

La proximidad del verano boreal hace más difícil que las conversaciones vayan a empezar en breve, ni tampoco hay garantía de que el Fondo esté dispuesto a realizar desembolsos por 10 o 15 mil millones de dólares, como pretende el Gobierno, fuera de los previstos en el programa de facilidades extendidas acordadas con la anterior gestión.

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