BUENOS AIRES 31 Jul. (Mario Poliak) -
El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, recibió un duro revés del gobierno nacional, que a través de YPF, en acuerdo con la malasia Petronas, instalará una planta de Gas Natural Licuado (GNL) en la provincia de Río Negro y no la de Buenos Aires, con una inversión inicial calculada en al menos 30.000 millones de dólares.
Kicillof se venía moviendo en las últimas semanas con premura debido a que se trata de la obra más grande de la historia. La conclusión preponderante, desde los despachos oficiales, es que la provincia patagónica se adelantó en adherir al RIGI, el régimen de inversiones extranjeras que forma parte de la Ley Bases.
En principio, Buenos Aires rechazó este mecanismo, que otorga en su visión excesivas concesiones a las nuevas inversiones; sin embargo, a último momento intentó adecuar su propia legislación a algunas de los beneficios del nuevo régimen, pero fue tarde: la obra se hará en la localidad rionegrina de Sierra Grande, en una zona conocida como Punta Colorada, y no en Bahía Blanca, en el extremo sur de Buenos Aires.
El gobernador rionegrino, Alberto Weretilneck, contó además con el apoyo de su par santacruceño, Claudio Vidal, en la puja contra Kicillof.
El bonaerense reaccionó al anuncio calificándolo de "improvisado" y acusó a Javier Milei de haber intervenido en la decisión. Como contrapartida, el Presidente señaló que fue la "soberbia e ineptitud" del gobernador kirchnerista la que le hizo perder la inversión de entre 30 y 50 mil millones de dólares que demandará la obra, según los cálculos preliminares.
"En Buenos Aires tenés al lastre de Kicillof, que es un expropiador serial. ¿Le van a confiar (la inversión) a un comunista? Si hubiera querido hacer las cosas bien, se hubiera adherido al RIGI nacional", dijo hace unos días Milei, refiriéndose al tema y sin dejar dudas sobre sus preferencias.
La planta de GNL permitirá, desde 2031, si se cumplen las previsiones oficiales, exportaciones anuales totales por unos USD 30.000 millones (en gas y también en crudo). Esa misma cifra demandaría como mínimo la construcción de la planta, que se haría en varias etapas, primero con "barcos-fábrica" y luego con la planta propiamente dicha.
Para su emplazamiento, primero deberá ponerse en valor y modernizarse en Punta Colorada un viejo puerto con salida al Atlántico, actualmente en desuso, aunque con un punto a favor: la cercanía de los yacimientos de Vaca Muerta.
Axel Kicillof y Alberto Weretilneck