BUENOS AIRES, 14 Oct. (Mario Poliak) -
En una discutida decisión, la Comisión Nacional de Valores (CNV) habilitó a niños a ser inversionistas a partir de los 13 años, una medida polémica que pone en riesgo adicciones a temprana edad, como ocurre actualmente con las apuestas deportivas.
A través de una resolución general, la CNV autorizó a menores a comprar y vender acciones, bonos y otros títulos financieros, con el argumento de "promover diferentes herramientas e instrumentos que faciliten el acceso de los jóvenes al sistema financiero".
La CNV también justificó la medida en que fomentará "el ahorro" e impulsará "la educación financiera desde edades tempranas".
En cambio, psicólogos, docentes y expertos en ciudadanía digital y consumos problemáticos, cuestionaron la decisión y advirtieron que es "sumamente desacertada".
Según estos profesionales, la medida "fomenta la ludopatía o la dependencia emocional de los riesgos financieros en un contexto de creciente adicción a las apuestas online, a una edad en la que no se tiene la madurez necesaria para gestionar las consecuencias".
No obstante, la resolución establece que los adolescentes deberán contar con la autorización paterna para recién después poder invertir en la Bolsa.
El jefe del Gobierno de la Ciudad, Jorge Macri, anunció que se incluirán programas de educación financiera en las escuelas secundarias porteñas a partir del año próximo.
En tanto, propietarios de empresas financieras celebraron la novedad. Uno de ellos subió a sus redes el siguiente mensaje: "¡Gran noticia para Argentina".
En cambio, el defensor adjunto del pueblo bonaerense, Walter Martello, responsable del Observatorio de Adicciones y Consumos problemáticos, planteó que existe un problema de base en la creencia de una administración que pretende "confundir libertades con responsabilidades".
También cuestionó que el Gobierno "reivindica al mercado a ultranza, en este caso las inversiones bursátiles, desmereciendo el conocimiento, la información y los proyectos que guardan más relación con las particularidades de nuestros jóvenes y nuestro país en el corto y mediano plazo".
Según dijo, habilitar a los adolescentes a estas prácticas "puede exacerbar problemas de autocontrol, generar expectativas poco realistas sobre la obtención de dinero rápido y promover conductas de riesgo".