ARGENTINA, 4 Oct (EUROPA PRESS)
El alcalde de San Sebastián, Eneko Goia, expresó su enfado y "rotunda condena" contra los disturbios ocurridos el último jueves en el estadio de Anoeta, atribuyéndolos a "una minoría ultra" de seguidores del equipo belga Anderlecht. Goia instó a la UEFA a tomar cartas en el asunto y restringir el acceso de estos hinchas radicales a los estadios.
Según Goia, los actos de un pequeño grupo no deberían afectar de tal manera un evento deportivo ni la cotidianeidad de la ciudad. "A todos nos gusta el fútbol, y todos queremos disfrutar de noches de Champions o Europa League, pero no a costa de alterar la vida de una ciudad por un grupo de violentos", afirmó con vehemencia el alcalde.
Frente a lo ocurrido en Anoeta, el alcalde mostró su indignación y apuntó a que es momento de que los clubes actúen para expulsar a los elementos violentos de los estadios, y que estás personas no puedan relacionarse con un deporte que apasiona a millones alrededor del mundo.
Goia también extendió su apoyo a los aficionados que se vieron impedidos de disfrutar el partido con normalidad debido a estos incidentes. Enfatizó que no es aceptable que familias y niños deban abandonar sus asientos por miedo a ser agredidos.
En este contexto, el alcalde resaltó el interés de la ciudad por experimentar el fútbol en un ambiente de paz y convivencia, siendo siempre bienvenidas aquellas aficiones que compartan este espíritu. Sin embargo, criticó la obligatoriedad de vender entradas a "supuestos aficionados" que terminan generando violencia.
Como medida de prevención, Goia apoyará la petición de la Real Sociedad a la UEFA para excluir a las aficiones consideradas violentas de la compra de entradas, buscando preservar tanto el orden en la ciudad como el buen desarrollo de los partidos. Además, se prevé solicitar una reunión con el Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco para, en caso de no poder evitar la venta de entradas a estos grupos, aislar a la afición visitante en áreas distantes a la ciudad, minimizando así el impacto en los habitantes de San Sebastián.