ARGENTINA, 3 Oct (EUROPA PRESS)
En un hecho sin precedentes para el fútbol local, el Girona FC celebró su primer partido de la Liga de Campeones en Montilivi, enfrentando al Feyenoord en lo que marcó una jornada histórica para el club y sus aficionados. La cita, correspondiente a la segunda jornada de la Fase Liga de este prestigioso torneo, no solo fue memorable por el fútbol, sino también por las acciones tomadas por el club ante la venta ilegal de entradas.
El aforo de Montilivi, ajustado a las regulaciones de UEFA que limitan el uso de gradas supletorias permitidas en LaLiga, se estableció en 9.721 espectadores. No obstante, el partido vio una asistencia de 8.752 personas, alcanzando el 90 por ciento de su capacidad total. Desglosando las cifras, 6.000 localidades se destinaron a los socios y socias del club, quienes agotaron sus entradas, primero a través de un sorteo y luego extendiéndose a aquellos no agraciados inicialmente. La UEFA liberó casi mil entradas adicionales, que también se ofrecieron a los socios, sumando un total de 6.850 entradas para este grupo.
En cuanto a la distribución de las restantes entradas, 1.300 se asignaron a UEFA, 1.500 para compromisos del club, y 700 al equipo visitante, con un detalle de 500 en la Zona Visitante y 200 en Tribuna baja, siguiendo la normativa UEFA. Además, se contabilizaron 221 asignaciones para los medios de comunicación. A pesar de estos esfuerzos, 112 localidades quedaron sin vender, revelando un desafío en alcanzar la venta completa.
Una cuestión de particular interés fue el bloqueo de más de 130 entradas provenientes de la reventa, una práctica contra la que el Girona FC ha prometido tomar acciones relevantes. Sumado a esto, hubo 500 personas con entradas asignadas que no ingresaron al estadio.
El Girona FC también expresó su pesar por las molestias causadas durante los controles de acceso, especialmente teniendo en cuenta que el encuentro fue declarado de alto riesgo. Estos controles, aunque esenciales para la seguridad, resultaron en retrasos, exacerbados por el limitado número de tornos para entrada al estadio, una situación sobre la que el club ha solicitado sin éxito a LaLiga su ampliación.
Este evento marca un hito para el Girona FC, no solo por acoger un partido de la Liga de Campeones por primera vez sino también por las medidas adoptadas para garantizar la integridad y seguridad del evento, reflejando el compromiso del club con sus aficionados y el deporte en general.