BOLIVIA, 14 Nov (EUROPA PRESS)
El Tribunal Constitucional boliviano ha emitido una resolución crucial este jueves, retirando su apoyo a Evo Morales como cabeza del Movimiento Al Socialismo (MAS) y, en su lugar, ratificando a Grover García, afín al presidente actual Luis Arce, como líder del partido. La división dentro del MAS se acentuó tras la realización de dos congresos simultáneos: uno en Lauca Ñ, Cochabamba, liderado por Morales, y otro en El Alto, fuera de La Paz, que vio a García emerger como el sucesor designado de Arce.
El escenario político interno del MAS se complicó luego de que el Tribunal Supremo Electoral boliviano (TSE) rechazara reconocer la nueva junta directiva bajo la guía de Morales, decisión que fue temporalmente revertida por una jueza en mayo, validando la posición de Morales. No obstante, la más reciente sentencia del Tribunal Constitucional anuló este fallo, dejando a Morales fuera de la ecuación una vez más.
Morales, cuyo retorno al país estuvo marcado por las polémicas en torno a las acusaciones de fraude en las elecciones de 2019, ha criticado constantemente a Arce, alegando una gestión ineficiente de su legado. Por su parte, Arce ha señalado intentos por desbancarlo del poder.
La tensión alcanzó su punto álgido con la realización de un congreso del MAS en octubre de 2023, generando una liderazgo dual dentro del partido. Los intentos de los seguidores de Morales por expulsar a Arce culminaron en una acción del Tribunal Superior Electoral, que invalidó la reunión en Lauca Ñ, profundizando el descontento entre los partidarios de Morales.
Ante una gran marcha convocada por Morales, seguida de bloqueos de carreteras que paralizaron la conexión entre el sur y este del país con Cochabamba por casi un mes, Arce enfrentó un breve intento de golpe de Estado, situación que logró contener en unas pocas horas. Este contexto evidencia la profunda fractura dentro del partido gobernante de Bolivia, poniendo en manifiesto las luchas internas por el poder y la dirección futura del MAS.