BUENOS AIRES, 21 Jun. (Mario Poliak) -
Como si fuera poca la tensión acumulada con España por las disputas entre los mandatarios de ambos países, ahora la vicepresidenta Victoria Villarruel también se metió en la polémica para cruzar a una eurodiputada de izquierda, justo en momentos en que Javier Milei se halla en Madrid.
Fue luego de que Irene Montero, ex ministra de Igualdad, enviara una misiva a la presidente de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, para expresar su "preocupación" por las políticas sobre derechos humanos del gobierno de Milei.
Villarruel, quien es una conocida defensora de la actuación militar durante la última dictadura, sostuvo que "la Argentina es un pueblo libre que no se deja presionar por ningún país extranjero".
"Somos un país orgulloso que quiere a sus familias fuertes y a los delincuentes en las cárceles, especialmente a los violadores; todo lo contrario que usted. Así que preocúpese por su país, que nosotros nos ocupamos del nuestro", le respondió Villarruel a Montero.
Se refirió, irónicamente, a una normativa impulsada por la ahora eurodiputada, conocida como la "Ley solo sí es sí", que elimina la distinción entre abuso y agresión sexual.
Montero, perteneciente al izquierdista "Podemos", junto a sus compañeras políticas Idoia Villanueva e Isabel Serra, expresaron en la carta a "Von der Leyen" su "honda preocupación por la situación que vive el pueblo argentino desde hace más de seis meses y particularmente la dramática situación de los y las trabajadoras, las mujeres, las personas LGTBIQ+ y las personas racializadas y defensoras de derechos humanos en la Argentina".
Las tres mujeres plantearon también que desde que Milei llegó a la Casa Rosada, las mayorías sociales se asoman "al abismo" y que el gobierno libertario "evoca los tiempos más oscuros y más difíciles de la historia reciente del país", en directa alusión a los de la última dictadura.
Tras cuestionar el contenido de la Ley Bases, se centraron en lo ocurrido afuera del Congreso mientras era tratado el proyecto. Según dijeron, el Gobierno "ordenó la represión de las protestas y 16 personas fueron detenidas". En realidad fueron 33, pero en los días posteriores se ordenó la libertad de 17 de ellas.
Señalaron el aumento de la pobreza y manifestaron que no es más que "una evidencia de que Milei le declaró la guerra a la democracia y al derecho a la vida, especialmente contra las personas con menos recursos, las mujeres y las mayorías sociales".
Asimismo, fustigaron el plan de achicamiento del Estado, sobre todo la eliminación del Ministerio de la Mujer, así como el "recorte" de fondos destinados a la protección de las personas del colectivo LGTBIQ+.