BUENOS AIRES, 14 Oct. (Mario Poliak) -
"Se habló de los problemas del país". Así de simple fue el resumen que hizo una fuente vaticana sobre el encuentro que, en las últimas horas, mantuvo la vicepresidenta Victoria Villarruel con el Papa Francisco, de casi una hora de duración.
La reunión fue el punto final de una gira que abarcó también a España, donde la número dos del gobierno libertario participó de una cumbre que reunió a referentes de derecha, de la que también participó el rey Felipe VI.
Fuentes vaticanas señalaron que se trató de "una charla larga en un clima muy cordial. Se habló de los problemas del país y el Papa escuchó atentamente los diversos temas que ella le planteó".
También añadieron que la conversación giró en torno a varios temas y "como es habitual de su parte, su Santidad manifestó su interés por la situación de nuestro país".
A las 8, hora local, Villarruel, ataviada de riguroso negro y con la cabeza cubierta, ingresó a la Biblioteca del Palacio Apostólico y con un obsequio en sus manos: una estatua de un caballo con su potrillo, así como un dulce español, recuerdo de su paso por el País Vasco.
Villarruel publicó un video en su cuenta de X, donde se los ve saludándose amablemente, con un beso de bienvenida por parte de Francisco. En éste se oye que ella le hace la pregunta habitual de "¿cómo está?", a lo que el Pontífice le responde: "Todavía vivo. ¿Y usted sobrevive?", le retrucó con ironía, refiriéndose a la situación argentina.
Sobre el final, cuando hubo un breve intercambio con la comitiva que acompañó a Villarruel, se escucha a ésta tutear al jefe de la Iglesia: "Gracias a vos Santo Padre por recibirme".
Villarruel, de 49 años, es hija de militar, defiende la represión antisubversiva de los años 70 y es ferviente católica, además de nacionalista conservadora. La relación con Francisco viene de los tiempos en que Jorge Bergoglio se desempeñaba como arzobispo de Buenos Aires. En aquella ocasión, fue a pedirle por "las víctimas del terrorismo".
La vicepresidenta leyó al final de la audiencia la oración del buen humor de Santo Tomás Moro. "Gracias por la visita y a no aflojar, a no perder el sentido del humor", la despidió el Papa.
Antes de ella, Francisco había recibido hace casi un mes a la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, y apenas dos días atrás lo hizo con el nuevo secretario de Culto, Nahuel Sotelo. Entre un encuentro y el otro, el Pontífice hizo lo mismo con dirigentes de los movimientos populares, quienes integraron una delegación presidida por el dirigente opositor Juan Grabois.
En esa ocasión, Francisco reivindicó la justicia social, términos que suelen provocarle escozor al presidente Javier Milei. En esa ocasión y tras mirar un video de la represión policial a jubilados frente al Congreso, lamentó que "el Gobierno se puso firme y en vez de pagar la justicia social, pagó el gas pimienta".