BUENOS AIRES, 15 Oct. (Mario Poliak) -
En un alto de su gira para presentar su nuevo libro, el ex primer ministro inglés Boris Johnson fue recibido por el presidente Javier Milei en la Casa Rosada, donde se dio el gusto de asomarse al mismo balcón desde el que el dictador Leopoldo Galtieri le declaró la guerra al Reino Unido en 1982 y dejó la promesa de poder conocer a su admirado stone, Mick Jagger.
Además del pelo revuelto, ambos dirigentes comparten hasta cierto punto un fuerte ideal conservador, en parte expresado en el libro autobiográfico, que Johnson tituló "Unleashed" (Desatado), que está presentando por esta parte del mundo.
El rubio ex premier evitó hacerlo en el país, sabedor de la reacción que podría provocar, pero antes de su llegada a Santiago de Chile no se privó de hacer una escala en Buenos Aires y visitar a Milei en la sede gubernamental.
Según trascendió, durante la reunión en el despacho presidencial Johnson se comprometió a organizar una visita de Milei a Londres, con el objetivo de brindar una charla sobre liberalismo.
Milei declaró en varias oportunidades su devoción por la ex primer ministra durante la guerra de Malvinas, Margareth Thatcher, del mismo partido conservador de Johnson. Pero el presidente argentino le hizo otro pedido más personal: que haga gestiones para poder conocer personalmente a Jagger, el legendario líder de los Rolling Stone.
Ese gusto se lo pudo dar en vida Carlos Menem, cuando recibió a todos los integrantes de la banda en la residencia de Olivos en febrero de 1995, en una de las giras por Argentina, luciendo un inolvidable traje color amarillo patito.
El pedido de Milei derivó del curso que tomó la conversación, cuando ambos comentaron la reciente visita de Paul McCartney, quien realizó dos funciones en el estadio de River Plate. Johnson sorprendió al libertario refiriéndole que sabía de su fanatismo por los Stones.
Según la información oficial, el visitante prometió hacer las gestiones para un encuentro en Gran Bretaña con el legendario líder del grupo, en fecha aun no definida pero que podría ser a comienzos del año próximo.
Según trascendió, Johnson se mostró "encantado con las cosas que (Milei) estaba diciendo y que después, va y las hace. Se mostró fascinado con eso", de acuerdo a fuentes de la Casa Rosada.
Además, ambos dialogaron sobre las próximas elecciones en Estados Unidos, la situación interna del Reino Unido y el recrudecimiento del conflicto en Medio Oriente. Nada sobre Malvinas.
Una cuestión que no dejó de llamar la atención fue que ambos dirigentes analizaron la distintas miradas que tienen religiones como la judía, la católica y el protestantismo en cuanto a los intereses de la deuda. No trascendió qué conclusión sacaron al respecto.
El libro que Johnson le obsequió a su anfitrión tenía la siguiente dedicatoria: "Para el presidente Milei, con los mejores deseos". El ex primer ministro estuvo acompañado por su esposa, Carrie Symonds, además de una asistente. El jefe del Estado habló durante casi todo el encuentro en inglés aunque, por momentos, debió recurrir a la ayuda del intérprete oficial.