ARGENTINA, 26 Feb (EUROPA PRESS)
El presidente de Argentina, Javier Milei, designó el martes mediante decreto a Manuel García-Mansilla y Ariel Lijo como jueces del Tribunal Supremo. Esta decisión se tomó pese a que el Senado no les otorgó el año pasado el apoyo necesario establecido por la Constitución. La designación "en comisión" de ambos canditados se efectuó aprovechando el receso del Congreso, que retomará sus actividades ordinarias la próxima semana.
Desde la oficina presidencial se comunicó que estos nombramientos temporales, que durarán hasta el fin del próximo período legislativo, buscan "normalizar el funcionamiento" del Supremo, que "no puede llevar a cabo su rol con normalidad con tan solo tres ministros". La medida se implementó mientras el Congreso se encuentra en receso, a la espera del inicio del período ordinario de sesiones el próximo 1 de marzo.
García-Mansilla y Lijo no lograron en marzo del año pasado alcanzar los dos tercios de los votos del Senado requeridos constitucionalmente para sus nombramientos. El Ejecutivo no considera esto una debilidad de su propuesta, sino una falta de la Cámara Alta, la cual, sostiene, "debió haber prestado acuerdo a los candidatos propuestos por el Poder Ejecutivo".
En el comunicado gubernamental se destacó que "en ningún caso el Senado tiene la potestad para rechazar el acuerdo de los candidatos propuestos por el presidente en base a preferencias personales o políticas de los senadores". Esta afirmación se realiza a pesar de que Lijo fue parte de procesos judiciales de elevada relevancia política, como el encubrimiento del atentado a la AMIA, según reporta el diario 'La Nación'.
El Gobierno defendió vehementemente la decisión de Milei, argumentando que no permitirá que "los intereses de la política se impongan sobre los del pueblo argentino bajo ninguna circunstancia". También afirmó que "la politización de la Justicia" es una de las principales razones por las cuales "los argentinos no tienen un servicio de Justicia que resuelva sus problemas".
A pesar del nombramiento por decreto, el Gobierno aseguró que seguirá buscando el apoyo necesario para García-Mansilla y Lijo, más allá de esta medida provisional.