BUENOS AIRES 11 Jun. (Mario Poliak) -
El presidente Javier Milei sumó ahora a la Liga Arabe a la larga lista de Estados con los que ha confrontado desde que asumió la primera magistratura del país, luego de que este grupo de naciones calificara de "actitud hostil e injustificada" su ausencia a un encuentro pautado previamente.
El jefe del Estado se negó a asistir, días atrás, a una reunión con embajadores en Buenos Aires, alegando la presencia del encargado de Negocios de Palestina, que no tiene estatus de nación soberana por el veto de Estados Unidos e Israel en la ONU.
El viernes último había una reunión programada con el Consejo de Embajadores de los grupos árabe e islámico en Buenos Aires, pero a poco de llegar Milei fue informado de la presencia del primer consejero de la representación palestina, Riyad Alhalabi, por lo que, a escasos metros del lugar del encuentro, hizo detener el auto y desandar el camino recorrido.
La reunión estaba prevista en el Centro Cultural Islámico, del barrio de Palermo, pero a escasos 200 metros el mandatario se enteró, furioso, de la presencia del palestino y emprendió el regreso. Un día antes, Cancillería había adherido a un comunicado en el que se pedía el alto al fuego en Gaza.
Milei se declara un aliado incondicional del Estado de Israel, adonde ha viajado en reiteradas oportunidades ya como Presidente y hasta declara que está en proceso de conversión al judaísmo.
A raíz de este episodio, la liga de países árabes expresó públicamente su "gran consternación y sorpresa" por la actitud del mandatario libertario; consideró "un pretexto" el motivo de su ausencia y pidió al gobierno argentino que "revise sus recientes posiciones sobre el Estado palestino".
Para los diplomáticos árabes, la decisión de Milei "refleja una actitud hostil e injustificada, no sólo hacia el Estado de Palestina, sino también hacia el Grupo Arabe", que "lamenta que una actitud tan poco diplomática e inaceptable haya sido adoptada por el Presidente de un país por el que los árabes sienten un gran respeto".
Agregaron, al respecto, que las posiciones históricas de la Argentina "lamentablemente han sido revertidas por la actual administración política".
También afirmaron que la lista de asistentes se coordinó con Cancillería "haciendo hincapié en que no hay forma de excluir al representante del Estado palestino", porque así lo "exigen las normas diplomáticas".
En ese contexto, pidieron finalmente a Gobierno revisar posiciones sobre la cuestión palestina, "descaradamente sesgadas hacia la ocupación y en el lado equivocado de la historia, por preocupación por las relaciones de larga data con el mundo árabe y los intereses políticos y económicos mutuos entre ambas partes".