BUENOS AIRES, 22 Jul. (Mario Poliak) -
El Gobierno de Javier Milei no se pronunció hasta el momento sobre la renuncia del presidente Joe Biden a disputar la reelección contra Donald Trump y a pesar de que intenta mostrarse equidistante, se sabe que apuesta decididamente por el candidato republicano.
"No jugamos a favor de ningún candidato", se deja oír en círculos cercanos al jefe del Estado. En realidad, la Casa Rosada apoya al empresario ex presidente, de quien Milei se declara "amigo" y con quien se fotografió hace unos meses en una convención republicana en Maryland, para la que viajó especialmente.
En definitiva, Trump fue el que, en épocas de Mauricio Macri, destrabó el préstamo multimillonario que el FMI le otorgó a la gestión del líder del PRO por 57.000 millones de dólares, de los cuáles se utilizaron 44.000 millones por decisión del ex presidente Alberto Fernández.
Hoy, en una situación de grave escasez de divisas y ante la falta de alternativas realmente viables, la administración libertaria apuesta decididamente por el regreso del magnate de las comunicaciones a la Casa Blanca.
La prudencia oficial ratifica la competitividad que, muy probablemente, Kamala Harris podría devolverle a los demócratas, que habían perdido con el deterioro que Biden mostró en el primer debate presidencial.
El viernes, es decir, dos días antes de que se conociera la decisión de Biden de bajarse de la candidatura, Milei posteó: "Me gustan los republicanos y me cae mejor Donald Trump". Consumada la renuncia del mandatario estadounidense, esa frase contrastó con el silencio que ahora gana espacio en los despachos de la Casa Rosada.
El equipo económico, encabezado por el ministro Luis Caputo, viene gestionando hace rato, sin éxito, la renovación de un préstamos por 10 o 15 mil millones de dólares, condición indispensable para cumplir con su palabra de eliminar el cepo cambiario que le reclaman los inversores.
Pero el organismo se mantiene firme en que, por el momento, no están dadas las condiciones para ampliar el préstamo. Por eso "la bala de plata" que guarda Milei en la recámara es el regreso de Trump a la Casa Blanca.
La situación, sobre todo tras el debate presidencial, en el que se lo vio a Biden dubitativo y con cierto deterioro cognitivo, parecía aclararse para la Casa Rosada, pero la renuncia del demócrata y su probable reemplazo por Harris volvieron a echar un manto de sombra sobre el futuro más o menos próximo.
Ante la paridad que muestran las últimas encuestas norteamericanas, el gobierno argentino parece haber adoptado la prudencia como eje de acción, que se puede sintetizar en una frase que se escucha por estas horas en círculos oficiales: "Nosotros somos aliados naturales de Estados Unidos, al margen de quién gane".
Más que un posicionamiento, parece una invocación a "las fuerzas del cielo", en las que suele apoyarse el presidente Milei cada vez que habla.