ARGENTINA, 24 Mar (EUROPA PRESS)
En un acto relevante para la historia reciente de Argentina, el presidente Javier Milei anunció el inicio del proceso de desclasificación de los archivos referentes a las acciones tanto de las Fuerzas Armadas como de los grupos guerrilleros durante el periodo de la dictadura militar de 1976 a 1983. El anuncio fue realizado por el portavoz presidencial, Manuel Adorni, durante el Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia, subrayando el firme compromiso de Milei con los Derechos Humanos y su deseo de "contar la historia completa".
Esta decisión se alinea con un decreto de 2010 que, hasta ahora, no fue implementado en su totalidad. La medida implica que los documentos actualmente en poder de la Secretaría de Inteligencia de Estado (SIDE) serán transferidos al Archivo General para su preservación y uso público, eliminando así su potencial para la manipulación política. Adorni criticó las anteriores administraciones por mantener estos documentos en secreto, usándolos como "botín de guerra" y no cumpliendo con los ideales de verdad, memoria y justicia.
Paralelamente, el gobierno publicó un video con ocasión del Día de la Memoria, presentando su perspectiva sobre el golpe de Estado de 1976, haciendo énfasis en la violencia perpetrada tanto por grupos guerrilleros como por las fuerzas militares.
En otra medida significativa, la Presidencia comunicó un acuerdo de "solución amistosa" con la familia del capitán Humberto Viola, asesinado por el ERP en 1974, en tiempos de democracia, y su pequeña hija. Se critica la posición del anterior gobierno de Alberto Fernández ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de no considerar el asesinato como un crimen de lesa humanidad, y, por tanto, sujeto a prescripción. El administración de Milei apoya la reivindicación de la familia Viola de reconocer el crimen como de lesa humanidad y prepara un proyecto de ley que prevendría la prescripción de estos delitos en futuros casos.
Estas acciones, según Adorni, reflejan prácticas ya adoptadas en otros países, como la desclasificación en Estados Unidos del asesinato de John F. Kennedy, demostrando un paso hacia mayor transparencia y responsabilidad en la gestión de la memoria histórica del país.